En esta oportunidad traigo un tema al cual titule en mi
mente “Conexiones.” Como es que hoy día
logramos conectarnos? Aparentemente en un mundo como en el que hoy vivimos,
inmersos en la tecnología y redes sociales pensaríamos que cada día la
distancia es más corta cuando se trata de conectar con nuestros familiares,
amistades, conocidos y no conocidos y digo “no conocidos” porque tal y como
sucede en nuestro caso, a algunos de ustedes tal vez no los habré conocido todavía
personalmente; sin embargo, gracias a este medio podemos conectar nuestros
pensamientos, reflexiones y experiencias, logrando sacar de nuestra conversa
interna, lo mejor de cada uno e inclusive activando nuestras energías que
finalmente son compartidas con otros logrando así una cadena que
particularmente llamaría “Cadena de Amor” porque todo lo que se comparte de
corazón, rebosado de energía positiva, alegría, esperanza, y fe es lo que yo
llamaría “Amor.” Esa cadena de amor que se forma en pensamientos y acción, es
para mí sin duda alguna “una conexión.” Ahora bien, en nuestro mundo actual lleno de
tecnología y redes de sociales se moviliza cada segundo millones y millones de
información. Toda información que va y regresa es conocida como “comunicación”;
Sin embargo, el tema en esta ocasión seria: Hasta qué punto esa comunicación es
verdaderamente una comunicación?
Por otra parte, tocaría analizar cuanto tiempo de
nuestro diario vivir invertimos en este tipo de comunicación tecnológica y
cuanto dedicamos a comunicarnos con nuestro yo interno. Cuando digo, “comunicarnos con nuestro yo
interno” me refiero a esa comunicación que inevitablemente debe existir entre
nuestro mundo interior, para lograr conectar con quien realmente somos y que
queremos, conectando así con nuestros sueños y metas a mediano ó largo plazo.
Podrías tú cuantificar: Cuanto de tu tiempo, dedicas a
activar tus sueños propios y si ese tiempo es mayor al que dedicas a las
comunicaciones tecnológicas? Responderías con gran facilidad. Cuando fue la última
vez que conversaste con tu yo interno y
chequeaste como iban tus metas? Que requerías activar? Cual fue la última conexión que hiciste que
le agrego valor a tus sueños y te hizo dar un paso más al frente de ese camino
que te llevara a verlo materializado? Si
lograste conseguir la respuesta fácilmente. Excelente, te felicito, esto tal vez
quiere decir que haz conectado recientemente con tu yo interno, y que vas por
buen camino desarrollando con paso firme tu plan y propósito de vida; Sin embargo, también estarán aquellos que no lograron
fácilmente conseguir esa respuesta o inclusive tal vez no habrán visualizado
hasta ahora, que para llegar a cumplir su meta requerirán conversar
continuamente con su yo interno, descubriendo con más certeza lo que realmente quieren
y logrando visualizar un panorama más claro hacia su meta.
Finalmente, partiendo desde mi creencia que todos
tenemos sueños y metas, que solo requerimos de herramientas para perfeccionar
nuestra estrategia para alcanzarlos, y conectándome con ustedes y muchos otros
haciendo uso positivo de la tecnología y redes sociales, fue como nació la idea
de este escrito para compartir con muchos aquello que yo desde mi mundo, aplico
para conectar con mi yo interno y mis sueños. Nutriendo, fortaleciendo mis
pensamientos y tomando acción hacia aquello que deseo y quiero lograr.
Esperando así que mi pensamiento y mi estilo de vida
en particular, sirva para agregar valor a tus sueños y metas, acercándote más
hacia aquello que deseas y quieres. Atenta a recibir más
estrategias desde tu persona para nutrirnos mutuamente y conectarnos por: duvraskamendoza@gmail.com / http://duvraskamendoza.blogspot.com/ a continuación te regalo algunas de mis principales estrategias.
Como conecto con mi yo interno?
Escuchando el silencio.
Leyendo un grandioso libro.
Escuchando música clásica.
Escribiendo mis sueños.
Visitando fabulosos lugares en mi mente.
Abrazando a mi hijo.
Amando mi vida.
Cuidando mi salud.
Pensando positivo cuando el camino es
arduo de transitar.
Preguntando aquello que todavía no
conozco.
Rezando y agradeciendo a Dios todos los
días.
Amando a mi familia.
Sonriendo sin importar lo que pase.
Mejorando mis fortalezas y debilidades
con la misma intensidad.
Enfocándome en mis metas.
Esperando activamente el próximo reto.
Disfrutando de mi éxito.
Aprendiendo desde los mejores maestros.
Enseñando mis conocimientos.
Llenando mi vida con todas aquellas
cosas que ya tengo.
Viviendo mis propios sueños.
Soñando todos los días.
"Viviendo para soñar, soñando para
vivir, ese es mi estilo de vida."
Ahora mi estimado lector, la tarea es tuya: Sueña, Activa y Disfruta.
Hasta
el próximo sueño…