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Un Hada y un Ángel juntos, una pareja llena de
magia.
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Querido Gabriel, hoy te he pensado y recordado
como si te hubieses convertido en el viento que resopla mi espacio. Gozosa
detengo mi mente solo para respirarte y en un instante de privacidad conmigo misma
reconozco con alegría que mi espacio desde hace mucho no me pertenece. Mi amado
Gabriel, ese día en el que sentí un pequeño mareo y la soledad pretendía cortejarme
le dije sin temor a equivocarme que tú me acompañabas y que ella podía despedirse
con tranquilidad. Así fue como me dirigí a aquel laboratorio medico y solicite extrajesen
una muestra de mi sangre y comprobasen que tu existías en mi y en pocas horas
un simple papel dibujo una sonrisa en mi cara allí estabas tú, mi querido ángel,
respirando y latiendo dentro de mí. Fueron muchas las visitas que realice a esa
maravillosa doctora que te trajo al mundo, gracias a ella pude conocerte mas al
detalle. Ver tu corazón latir, conocer como crecías semana a semana, tus manos,
pies, tu estructura en general mi querido Gabriel allí en ese consultorio en el
que pasaba horas esperando para verte, allí me reunía contigo para fotografiarte
y fundirme en ese maravilloso camino que me esperaba cuando pasaran algunos
meses para tenerte a mi lado.
Cuando ya cumplíamos casi 16 semanas juntos fue cuando la Doc. me dijo “Duvraska estoy prácticamente segura, la personita que te acompaña es varón” entonces a partir de allí comenzaron a salir ideas para algunos inclusive para tu padre, de cuál era el nombre que llevarías, sin embargo mi corazón sabia tal vez desde el inicio, que tu nombre no podía ser otro que “Gabriel” no había otro que ese, un hermoso nombre cuyo significado siempre estuvo presente en cada etapa en la que me acercaba mas y mas para tenerte en mis brazos. Tal vez Dios me brindo con tu presencia el significado de tu nombre en todo su esplendor y terminaste convirtiéndote en todo un Angel que iluminaba y sigue iluminando cada espacio de mi vida. En aquel tiempo también pasamos muchísimos momentos en la intimidad, sintiendo tus pataditas, como te movías dentro de mí, escuchar tu corazoncito era mi radio preferida. Entonces mi querido hijo como algunos lo pensaron y dijeron en ese tiempo, no era yo la mujer más hermosa y tal vez hoy día tampoco lo sea, pero tu mi ángel me haces sentir no solamente hermosa sino orgullosa del hijo que Dios me ha regalado, tú que con tus gestos, acciones y palabras me dices “Mama que hermosa estas, tu siempre estas bella”, tú querido hijo que te preocupas por mí, que me cuidas y atiendes con el mayor de los cariños, gracias por estar, gracias por ser. Doy gracias igualmente a Dios por permitir que ese 02/02/2002 llegaras por fin a este mundo a maravillarlo de tu presencia, ese día tanto te espere que no pude verte, tanto te espere que no supe si recibiste una nalgada ni quien te la dio para que lloraras y tus pulmones reaccionaran, tanto te espere que tu cordón umbilical no supe quien lo corto ni como paso, y finalmente cuando abrí mis ojos estaba rodeada de personas que no conocía y que tal vez dijeron algo así “tu hijo está en la habitación, pronto estarás con él.” Ya en la habitación recuerdo esa sensación maravillosa al tocarte y sentirte por primera vez, ese inolvidable día mi querido Gabriel lo recuerdo como si fuese hoy, lo siento cada vez que te observo y agradezco tu presencia en mi vida. Día a día haz ido creciendo y día a día hemos compartido alegrías y tristezas, tus miedos y los míos, tus enfermedades y las mías, tus triunfos y los míos, tus amistades y las mías, tus sueños y los míos, tus días de fiesta y los míos, y entre todas las cosas que nos unen también están tus Dientes.
Mi querido Gabriel discúlpame la tardanza en escribirte, ya ves esta vez salió algo distinto, esta vez es un decir como creciste y naciste en mi, para pasar por instantes en como vives actualmente en mi. En cuanto a tus Dientes que hermoso es que me hayas invitado sin falta a ser protagonista en cada uno de tus momentos, y con estos cuatro últimos (tus primeras tres muelitas y tu primer colmillo) quiero hacerte un agradecimiento especial, sin duda ellos me regalaron algo más que su resplandeciente blancura, estos tres “Brillantes de Leche” me obsequiaron palabras profundas de tu parte, una confianza inmensa y un amor inigualable por mí. Y como no decirme a mi misma que ya lo tengo todo, que la riqueza más grande eres tú y que así como te lo he dicho en otras oportunidades te lo escribo en esta tu carta.
Cuando ya cumplíamos casi 16 semanas juntos fue cuando la Doc. me dijo “Duvraska estoy prácticamente segura, la personita que te acompaña es varón” entonces a partir de allí comenzaron a salir ideas para algunos inclusive para tu padre, de cuál era el nombre que llevarías, sin embargo mi corazón sabia tal vez desde el inicio, que tu nombre no podía ser otro que “Gabriel” no había otro que ese, un hermoso nombre cuyo significado siempre estuvo presente en cada etapa en la que me acercaba mas y mas para tenerte en mis brazos. Tal vez Dios me brindo con tu presencia el significado de tu nombre en todo su esplendor y terminaste convirtiéndote en todo un Angel que iluminaba y sigue iluminando cada espacio de mi vida. En aquel tiempo también pasamos muchísimos momentos en la intimidad, sintiendo tus pataditas, como te movías dentro de mí, escuchar tu corazoncito era mi radio preferida. Entonces mi querido hijo como algunos lo pensaron y dijeron en ese tiempo, no era yo la mujer más hermosa y tal vez hoy día tampoco lo sea, pero tu mi ángel me haces sentir no solamente hermosa sino orgullosa del hijo que Dios me ha regalado, tú que con tus gestos, acciones y palabras me dices “Mama que hermosa estas, tu siempre estas bella”, tú querido hijo que te preocupas por mí, que me cuidas y atiendes con el mayor de los cariños, gracias por estar, gracias por ser. Doy gracias igualmente a Dios por permitir que ese 02/02/2002 llegaras por fin a este mundo a maravillarlo de tu presencia, ese día tanto te espere que no pude verte, tanto te espere que no supe si recibiste una nalgada ni quien te la dio para que lloraras y tus pulmones reaccionaran, tanto te espere que tu cordón umbilical no supe quien lo corto ni como paso, y finalmente cuando abrí mis ojos estaba rodeada de personas que no conocía y que tal vez dijeron algo así “tu hijo está en la habitación, pronto estarás con él.” Ya en la habitación recuerdo esa sensación maravillosa al tocarte y sentirte por primera vez, ese inolvidable día mi querido Gabriel lo recuerdo como si fuese hoy, lo siento cada vez que te observo y agradezco tu presencia en mi vida. Día a día haz ido creciendo y día a día hemos compartido alegrías y tristezas, tus miedos y los míos, tus enfermedades y las mías, tus triunfos y los míos, tus amistades y las mías, tus sueños y los míos, tus días de fiesta y los míos, y entre todas las cosas que nos unen también están tus Dientes.
Mi querido Gabriel discúlpame la tardanza en escribirte, ya ves esta vez salió algo distinto, esta vez es un decir como creciste y naciste en mi, para pasar por instantes en como vives actualmente en mi. En cuanto a tus Dientes que hermoso es que me hayas invitado sin falta a ser protagonista en cada uno de tus momentos, y con estos cuatro últimos (tus primeras tres muelitas y tu primer colmillo) quiero hacerte un agradecimiento especial, sin duda ellos me regalaron algo más que su resplandeciente blancura, estos tres “Brillantes de Leche” me obsequiaron palabras profundas de tu parte, una confianza inmensa y un amor inigualable por mí. Y como no decirme a mi misma que ya lo tengo todo, que la riqueza más grande eres tú y que así como te lo he dicho en otras oportunidades te lo escribo en esta tu carta.
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Primer Molar primario 06/10/2012 |
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Segundo Molar Primario 06/17/2012 |
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Tercer Molar Primario y Primer Colmillo derecho 06/22/2012 |
Hasta el próximo sueño…